viernes, 25 de noviembre de 2011

no busques escusas para sonreír.

Vamos, acércate y haz lo que jamás hubieras pensado que harías. Sí, improvisa. Haz lo que te apetezca. No hipoteques tu vida diciendo que poco a poco irás haciendo algo que no puedes hacer de golpe, porque puede que luego te arrepientas y no quieras hacerlo. No hagas planes. Ninguno. Ni uno solo. Deja que surja solo. Que si tiene que pasar, que pase. Y no te preocupes, que si algo tiene que pasar, pasará. Si te apetece chillar, chilla. Si te apetece sonreír no esperes a tener una escusa. Si tienes ganas de saltar, salta. Si tienes ganas de llorar, no esperes a llegar a tu casa y encerrarte en tu habitación, llora. Demuestra tus sentimientos. Y si al momento tienes ganas de querer a alguien no esperes a que llegue el adecuado. Ama a quien se deje, a quien tengas más cerca. Puede que luego sea demasiado tarde y ya no te apetezca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario