domingo, 6 de noviembre de 2011

Siempre hay un momento en que los caminos se bifurcan, pensando que al final se volverán a unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña, no importa, al final solo estará ella. Pero al final, pasa lo de siempre, llega el puto invierno. Y de repente te das cuenta de que todo ha terminado, de verdad, ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y, justo entonces, intentas recordar en qué momento empezó todo y te das cuenta de que todo empezó mucho antes de lo que pensabas y, es ahí cuando descubres que nada será lo mismo, que por mucho que lo intentes, ya nunca volverás a estar a tres metros sobre el cielo.

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